19 de noviembre de 2012

El pánico macho.


Uno de los mitos más antiguos y más universales, cuenta que la primera noche yacían juntos la mujer y el hombre... cuando él escuchó un ruidito amenasante, un crujidero de dientes entre las piernas de ella y el susto que cortó el abrazo.
Los machos mas machos del mundo (la verdad sea dicha) tiemblan todavía.
En cualquier lugar del mundo, cuando recuerdan, sin saber qué recuerdan, aquel primer peligro de devoración. Y se preguntan los machos más machos, sin saber qué se preguntan: ¿Será que la mujer sigue siendo una puerta de entrada que no tiene salida?

El Miedo



El miedo global

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.
Y los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.
Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.
Los automovilistas tienen miedo a caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.
La tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir.
Los civiles tienen miedo a los militares. Los militares tienen miedo a la de armas.
Las armas tienen miedo a la falta de guerra.
Es el tiempo del miedo.
Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Miedo a los ladrones y miedo a la policía.
Miedo a la puerta sin cerradura.
Al tiempo sin relojes.
Al niño sin televisión.
Miedo a la noche sin pastillas para dormir y a la mañana sin pastillas para despertar.
Miedo a la soledad y miedo a la multitud.
Miedo a lo que fue.
Miedo a lo que será.
Miedo de morir.
Miedo de vivir.

monologo final de Marion

Película "Cielo sobre Berlín" (Der Himmel über Berlin) - fragmento del monologo final de Marion.



Debe finalmente tornarse serio.
He estado sola a menudo, pero nunca he vivido sola.


Cuando estaba con alguien a menudo estaba contenta,
pero al mismo tiempo parecía todo una coincidencia.
Estos eran mis padres, pero podían haber sido otros.
¿Por qué el de los ojos marrones era mi hermano
y no el chico del ojos verdes del andén de enfrente?.
La hija del taxista era mi amiga,
pero bien podía haber puesto mi brazo alrededor del cuello de un caballo.
Estaba con un hombre,
Estaba enamorada y podía también haberlo dejado allí…
haberme ido con el extraño que encontramos en la calle.


Mírame, o no.
Dame tu mano, o no.
No, no me des tu mano y aparta la mirada.
Creo que esta noche es luna nueva.
Ninguna noche es más pacífica.
Ningún derramamiento de sangre en la calle.


Nunca he jugado con nadie aún,
Nunca he abierto los ojos para pensar: “ahora esto es real”.
Y por fin esto se vuelve real.
Entonces he envejecido.
¿Era yo la único que no era real?
¿Serán nuestros momentos que no son reales?.


Nunca me he sentido sola,
Ni sola, ni con alguien más.
Pero me hubiera gustado estar sola.
La soledad quiere decir:
“Al fin soy un todo”.
Ahora lo puedo decir,
Esta noche me siento sola al fin.


Tengo que poner fin a esta coincidencia.
La luna nueva de decisión.
No sé si el destino existe,
Pero existe la decisión.
Decidir.
Ahora somos nosotros los tiempos.
No sólo toda la ciudad, todo el mundo está con nuestra decisión.
Ahora somos más que nosotros dos.
Encarnamos algo.
Estamos sentados en la plaza de la gente
Y todo el lugar está lleno de gente
Cuyos sueños son los mismos que los nuestros.
Estamos decidiendo el juego de todos.
Estoy preparada.
Ahora es tu turno.
Toma el juego en tu mano.
Ahora o nunca.


Tú me necesitas.
Me necesitarás.
No hay una historia más grande que la nuestra,
Un hombre y una mujer.
Será una historia de gigantes.
Invisible, traspuesta.
Una historia de nuestros antepasados.


Mira mis ojos,
Son la imagen de la necesidad,
Del futuro de todos en el lugar.

Monologo de la pelicula v de vendetta

¡Buenas tardes, Londres! Permitid que, primero, me disculpe por la interrupción. Yo, como muchos de ustedes, aprecio la comodidad de la rutina diaria, la seguridad de lo familiar, la tranquilidad de la monotoní­a. A mí, me gusta tanto como a vosotros. Pero con el espí­ritu de conmemorar los importantes acontecimientos del pasado (normalmente asociados con la muerte de alguien o el fin de alguna terrible y sangrienta batalla y que se celebran con una fiesta nacional), he pensado que podrí­amos celebrar este 5 de noviembre (un día que, lamentablemente, ya nadie recuerda) tomándonos 5 minutos de nuestra ajetreada vida para sentarnos y charlar un poco. Hay, claro está, personas que no quieren que hablemos. Sospecho que, en este momento, estarán dando órdenes por teléfono, y que hombres armados ya vienen en camino.¿Por qué? Porque mientras puedan utilizarán la fuerza ¿Para qué el diálogo? Sin embargo, las palabras siempre conservarán su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado y, si se escuchan, enuncian la verdad. Y la verdad es, que en este país, algo va muy mal, ¿no? Crueldad e injusticia, intolerancia y opresión. Antes tenías libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensabas. Ahora, tienes censores y sistemas de vigilancia que nos coartan para que nos conformemos y nos convirtamos en sumisos. ¿Cómo esto ha podido ocurrir? ¿Quién es el culpable? Bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros. Y tendrán que rendir cuentas. Pero, la verdad sea dicha, si estás buscando un culpable, sólo tienen que mirarse al espejo. ¿Por qué lo hiciste?, Porque tenías miedo ¿Y quién no? Guerras, terror, enfermedades. Había una plaga de problemas que conspiraron para corromper vuestros sentidos y sorberos el sentido común. El temor pudo con vosotros y, presas del pánico, acudisteis al actual li­der, Adam Sandler. Os prometió orden, os prometió paz. Y todo cuanto os pidió a cambio fue vuestra silenciosa y obediente sumisión. Anoche intenté poner fin a ese silencio. Anoche destruí­ el Old Bailey para recordar a este país lo que ha olvidado. Hace más de cuatrocientos años un gran ciudadano deseó que el cinco de noviembre quedara grabado en nuestra memoria. Su esperanza era hacer recordar al mundo que justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras; son metas alcanzables. Así­ que si no abren los ojos, si siguen­ ajenos a los crí­menes de este gobierno, entonces os sugiero que permitáis que el cinco de noviembre pase sin pena ni gloria. Pero si veis lo que yo veo, si sienten lo que yo siento y si persiguen lo que yo persigo, entonces, os pido que os unáis a mí­, dentro de un año, ante las puertas del parlamento Y juntos, les haremos vivir un cinco de noviembre que jamás, jamás nadie olvidará.